10 mentiras que los padres deberían dejar de contar a sus hijos


Los padres mienten a sus hijos todos los días, pero la mayoría de las veces ni siquiera perciben que lo están haciendo. Aunque la intención sea proteger y evitar que se lastimen y sufran, la actitud no es positiva.

Además, es contradictorio decir al hijo que no se debe mentir, si se sigue contando algunas mentiras. Ellos van a pensar que es bueno mentir, ya que mamá y papá también mienten.

Por lo tanto, según el Dr. Magallanes, master en psicología infantil, es necesario que los padres dejen de hacer esto y creen una relación de confianza con los niños.

A continuación vea algunas de las mentiras más comunes y consejos para buscar soluciones en cada situación.

1. “Papá Noel está observando tu comportamiento.”

En vez de amenazar diciendo que Papá Noel no dará regalos, tómese un momento para explicar que el comportamiento inadecuado tiene consecuencias inmediatas. Si dos hermanos están peleando y los padres dicen que Papá Noel los está viendo, tarde o temprano ellos descubrirán que eso es una mentira, lo que compromete el comportamiento de los pequeños.

2. “Nunca dejaré que nada malo te pase”

Esto puede ser su intención, pero puede que no sea posible. No se puede proteger a los hijos el 100% del tiempo. En vez de eso, usa la verdad, de modo que el niño se sienta protegido, pero tenga conciencia de los peligros reales. Por ejemplo: “Siempre voy a intentar protegerte, pero hay gente mala por ahí, así que no quiero que te alejes de mí en una tienda.” O “Estoy aquí para protegerte, pero si te alejas, no estaré cerca y tú puedes estar en peligro”. Puede ser aterrador, pero es una realidad verdadera. Elija las palabras con cuidado para no causar ansiedad, pero si para que se vuelvan más cautelosos con los extraños.

3. “El parque está cerrado.”

Sabe muy bien que el parque está abierto, pero no tiene tiempo para llevar a los niños porque tiene otros quehaceres. En vez de mentir, actúe con honestidad: “Mamá / papá no pueden llevarte al parque hoy, porque tenemos que comprar víveres para la semana, para que podamos tener comidas, y ademàs tenemos otros compromisos importantes que se deben hacer hoy”. Así, ellos se quejaran, pero estará todo bien, aprenderán la realidad de la vida y que no pueden tener todo lo que quieren todo el tiempo.

4. “No va a doler, lo prometo.”

Su hijo (a) necesita tomar una vacuna, pero está gritando y suelta esa frase para calmarlo (a). Pero él sabe que es mentira, pues dijo que no iba a doler la primera vez que se vacunó, por lo tanto, sabe que duele. Él aprendió con el dolor que mintió. Entonces, deje que sepa que será una pequeña picadura, un poco de dolor, pero que luego pasará.

5. “Eres el mejor artista, excelente diseño!”

No se preocupe en elogiar a su hijo cuando no está siendo sincero. Crea o no, los niños logran percibir, ya sea por el tono de voz o el lenguaje corporal, cuando los padres no están siendo completamente sinceros. En vez de eso, alabe su creatividad al hacer el dibujo, sobre sus habilidades, y no sobre el producto final.

6. “¡Es hora de dormir!”

Son apenas las 19:30 y no es hora de dormir, ya que sabe que la hora de dormir es a las 20:00. Solución simple: diga que es hora de empezar a prepararse para ir a la cama. Las palabras son importantes y todo se resume en mantener la confianza entre padres e hijos. Puede que no sea una gran mentira, pero lo que se dice tiene la oportunidad de crear problemas de confianza en el futuro.

7. “No sé qué pasó con tu dibujo que estaba clavado en la nevera.”

Sabe qué sucedió, porque lo tiró. No puede mantener cada diseño hecho, porque no hay espacio para eso. La solución es explicar a los hijos, mostrar el cajón donde se guardan los dibujos más significativos y decir que ellos mismos pueden colocar las cosas allí si quieren asegurarse de que se queden guardadas. Si está llena, es hora de ayudar a seleccionar los que quieren o no mantener. Esto les da la responsabilidad de su arte y hace a los padres más honestos.

8. “Estaré allí en un minuto.”

Sí, su intención es buena. Quiere estar allí para ayudar en lo que sea. Sin embargo, está haciendo cuentas y quiere terminar lo que está haciendo. Entonces diga eso: que necesita terminar de hacer cuentas y luego podrá ir.

9. “Voy a salir y te quedarás aquí solo.”

En vez de usar una táctica de susto, utilice consecuencias específicas y realistas. Puede decir “si no te pones los zapatos y entras en el coche dentro de 5 minutos, no te dejaré ver la TV por la noche”.

10. “No tenemos suficiente dinero para…”

En vez de mentir, explique de forma que el niño entienda. Diga que todos quieren salir de vacaciones y que, por eso, no se va a poder ir al cine o hacer otras cosas, ya que están ahorrando el dinero. Ayúdales a entender que a veces hacer algo realmente especial y divertido implica sacrificio. Además de enseñar una valiosa lección de vida, no estará mintiendo.