La violencia obstétrica: maltrato físico y psicológico durante el embarazo

 

Pensar en el embarazo como un proceso de salud es ayudar a la mujer a asumir y tener autonomía en su embarazo. Siendo estas funciones esenciales de un profesional de la salud en la atención de las mujeres embarazadas. Sin embargo, el pensamiento, que debería ser de acuerdo común entre los médicos y las enfermeras, no siempre es lo que sucede en la práctica.

La violencia obstétrica no sólo causa daños físicos, sino también psicológicos y emocionales, y va desde una enfermera que le pide a la mujer embarazada no gritar hasta la finalización de los procedimientos que causan la aceleración del parto únicamente por problemas médicos.

Lo importante no es sólo sobrevivir al parto, sino también tener el derecho de una experiencia del embarazo prenatal, parto y postparto, digna, positiva y saludable para la mujer y el niño.

¿Qué es la violencia obstétrica?

Todo acto que va en contra de lo acordado entre la mujer embarazada y el médico durante el plan prenatal o nacimiento puede ser caracterizado como violencia. Y no es sólo en el parto en el que la voluntad de la mujer debe ser respetada, ya que una mujer embarazada debe también tener sus derechos garantizados en situaciones prenatales, de posparto y de aborto.

Por lo tanto, y teniendo en cuenta los derechos humanos criterios y normas del Ministerio de Sanidad, se puede considerar la violencia obstétrica, en público o privado:

Durante el embarazo:

  • Negación de servicio
  • Comentarios ofensivos de cualquier tipo
  • Programar una cesárea sin indicación clínica
  • La falta de información suficiente para que la gestante tome sus decisiones
  • El descuido de una atención de calidad

En el parto:

  • La negativa de admisión al hospital
  • Impedimento de que el parto sea acompañado por una persona designada por la mujer embarazada
  • Realización de procedimientos médicos sin el consentimiento de la mujer embarazada
  • Realización de procedimientos invasivos o innecesarios, especialmente la aplicación de oxitocina y la episiotomía
  • La privación de alimentos y agua
  • Cualquier tipo de acción verbal que podría humillar, inferiorizar, abusar, vulnerabilizar o provocar la inseguridad o el miedo en las mujeres
  • Impedir o retrasar el contacto de la madre con el niño
  • Impedir el derecho a la lactancia del recién nacido

En el aborto:

  • La negación o la demora en la atención
  • Las amenazas, la coerción o la culpabilidad de la mujer
  • Preguntas sobre la causa del aborto, ya sea intencional o no
  • Realización de procedimientos médicos invasivos o sin el consentimiento y la explicación

 

¿Qué hacer en caso de violencia obstétrica?

Las víctimas de la violencia en cualquier etapa del embarazo o el parto, realizado en la red de salud pública o privada, pueden denunciar lo sucedido y es muy importante que lo hagan. Las quejas se pueden hacer por el defensor del pueblo hospitalario, el Consejo Regional de Medicina, el Ministerio Publico o la Defensoría Publica de la región.

Si hubiera negligencia o violencia por parte del médico u otro profesional de la salud, ellos pueden ser reportados nominalmente. Sin embargo, el hospital y el propio gobierno local pueden ser culpados por la falta de atención, negligencia o violencia en cualquier etapa del embarazo y el parto. Un cuidado humanizado no es una excepción o una elección es un derecho de todas las mujeres, ya sea en la red pública o privada.

Cabe destacar que toda mujer tiene derecho a una atención digna, respetuosa y de calidad durante el período de gestación. Discutir el tema, aumentar la concientización y denunciar los casos son importantes formas de combatir la violencia obstétrica.