Los celos es un sentimiento muy común cuando los niños tienen hermanos al cual los padres o cualquier otra persona le dan afecto, pueden tal vez sentirse remplazados, aunque no lo estén. Debido a que son niños, por ente seres espontáneos, suelen expresar sus celos mediante llanto, nerviosismo, conducta inquieta e irritable, hasta llegar al punto de poder hacerle daño al nuevo bebé.
Una de las formas de eliminar los celos es haciendo que el niño acepte a su nuevo hermano, aunque no será una tarea sencilla ya que primeramente se le deberán aplicar un grupo de tareas referente al nuevo integrante de la familia: colaborar con tirar los pañales sucios en la basura, comenzar a tomar al bebé en los brazos, ayudar a vestirlo, etc. Tal vez muchos pensaran que al aplicar tales condiciones se llegan a ofrecer un trato cruel al hijo mayor, sin embargo es una opinión errónea ya que con ella se fomentara la responsabilidad del infante y también la aceptación hacia el nuevo bebé.
Aunque también nos encontramos con el área emocional del niño mayor, para que se apacigüen los celos deben estar cubiertas todas sus necesidades básicas, al hablar de necesidades básicas no nos referimos a las fisiológicas sino más bien a la afectiva: el ofrecerle amor, cariño, comprensión, atención, tolerancia y respeto son características fundamentales para ir eliminando los celos. Cuando el niño se acostumbre a su hermano menor los celos podrán reducirse de forma casi completa, por no afirmar que será por completo.
Las personas cuando visualizan el comportamiento donde el hermano mayor demuestra que quiere llamar la atención, suelen decir: “No le hagas caso, sólo quiere llamar la atención”, pues en ese momento es cuando debes pensar “¡Algo está pasando! Debo hacer algo por entender por qué se comporta así” y dedicarle así tiempo a tu hijo para comprender su comportamiento, aunque con esto no se quiere decir que se descuide al menos sino que más bien se reparta la atención entre todos los niños.