¿Qué tan saludable es la miel?

miel pura y natural

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es un error categorizar un alimento como sano, únicamente en función de la suma de sus elementos nutritivos; para muestra la miel, que siendo rica en fructosa, puede ser perjudicial para algunos, mientras que sus antioxidantes le confieren la facultad de ser más saludable que el azúcar. En palabras más simples, todo depende de quién la consuma.

La miel, ¿simple fructosa líquida o una aliada de la salud?

Cada alimento se compone de diversas sustancias, unas conocidas y evaluadas, otras misteriosas desconociéndose la manera en la que pueden repercutir sobre la salud, la miel no escapa de esta realidad; si bien la fructuosa – su componente activo – se vincula a problemas de salud, la miel es un alimento que puede suponer efectos muy distintos si se analiza aisladamente.

El proceso de elaboración lo dice todo:

La miel, encierra aspectos más importantes que su elevado contenido de fructuosa; su principal característica es la de haber formado parte de la historia evolutiva de la humanidad, sin perder su obtención de forma natural, fabricación que comienza con la extracción del néctar de las plantas que las abejas terminarán convirtiendo en el alimento; esta es la razón por la que su composición y propiedades nutricionales varía en función de las flores en las que se obtuvo, pero que en líneas generales – y por porción – es más o menos así:

  • 82 % de azúcar por peso, de la cual la mitad es fructosa
  • Variedad de antioxidantes
  • Pequeños trazos de vitaminas y minerales
  • Índice glicémico de rango variable entre alto y bajo.

¿Conviene entonces el consumo de miel?

Considerando a los niveles de colesterol, azúcar y triglicéridos en la sangre como factores de riesgo que sirven de indicadores de salud y probabilidad de desarrollar enfermedades, el consumo de miel puede ser beneficioso o no para la salud. Por ejemplo, eleva el nivel de azúcar, pero en menor medida que la dextrosa y la sacarosa, mientras que disminuye la proteína c-reactiva, un indicador de inflamación.

Asimismo, sin refinar, la miel natural contiene antioxidantes de gran valor para la salud en general, capaces de minimizar el riesgo de desarrollar algunas enfermedades, siendo las mieles oscuras las que ofrecen mayor cantidad y calidad de ellos.

En conclusión, el consumo de miel es una decisión personal que, de la misma forma que otros alimentos – está sujeto a diversos factores; sin embargo, para quienes gozan de salud, son activos y no pretenden perder peso, propone una alternativa más saludable que el azúcar.