Los peligros de la mala alimentación en la infancia

Mantener cuidados desde temprano con la alimentación de nuestros hijos es fundamental para que ellos crezcan con salud. Pero no sólo eso: una educación nutricional en la infancia es muy importante para evitar que en el futuro cercano sufran problemas muy graves (¡y no estoy hablando solamente la obesidad!).

Para mostrarte todo esto, en el post de hoy enumere nada menos que los 9 principales peligros de una alimentación rica en grasas y alimentos industrializados en la infancia (es decir, de una mala alimentación). Vea cuales son:

 

1) Desarrollo de un paladar adicto: el consumo constante de azúcar y grasas nocivas hacen que el niño sólo quiera comer estos alimentos. ¿El resultado? Según expertos, “mayor dificultad para tener placer por una alimentación más natural y saludable”.

2) El aumento de peso temprano: con una dieta desequilibrada, puede ser que el niño desarrolle cuadros de sobrepeso y obesidad.

3) Alteraciones en las tasas de laboratorio: Expertos también señalan que los enemigos de la salud, tales como el colesterol o los triglicéridos, pueden aumentar mediante estos malos hábitos.

4) Dificultad de desarrollar competencia alimentaria: es decir, a elegir alimentos más saludables durante toda la vida. ¿Recuerda la historia del paladar adicto y el rechazo de la alimentación sana? Pues eso, todo esto puede persistir por muchos y muchos años.

5) Difícil tener claridad sobre los verdaderos momentos de hambre y saciedad: Ahora hay otro punto importante – con una dieta desequilibrada, el niño se dará cuenta al salir que realmente necesita alimentarse. Esto puede llevar al desarrollo de un patrón alimentario compulsivo.

6) Crear una relación reactiva con la comida sana: otra consecuencia de un paladar tan adicto. Una vez instaurado, va a ser difícil convencer al pequeño a experimentar alimentos que no sean ricos en grasas nocivas y aditivos químicos.

7) La hipotonía o debilidad muscular: la debilidad muscular, conocido como hipotonía, es una consecuencia de la mala alimentación en los niños.Tristeza, palidez, el cese del crecimiento y llanto débil, son algunos de los síntomas. El bajo rendimiento físico y escolar es otro riesgo. En los bebés se manifiesta con un retraso en la llegada de los primeros pasos.

8) Carbohidratos, déficit o abuso: En la infancia, el exceso de carbohidratos, así como la obesidad, la diabetes y la enfermedad cardiovascular. Aparecen caries, cambios de humor, falta de concentración e hiperactividad.

En el otro extremo, el déficit de hidratos de carbono provoca fatiga y falta de apetito. Por ser la “gasolina” del cuerpo, su consumo escaso disminuye la energía.

9) Cambios en el comportamiento: saben que el exceso de colorantes y otras sustancias artificiales en los alimentos procesados pueden desarrollar marcos tales como el TDAH (trastorno de hiperactividad por déficit de atención)? Pues eso, el peligro va más allá del físico. ¡Todo cuidado es poco!

Conclusión

Las consecuencias de una mala alimentación en los niños pueden ser permanentes. La dieta variada y equilibrada en la infancia determina una existencia saludable y prolongada. Cueste lo que cueste, incluir en la dieta de los niños, alimentos de todos los grupos es indispensable para que se desarrollen de la forma adecuada.

 

Imagen Babyeco