Organiza tu boda sin sobrepasar tu presupuesto (Parte II)

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En un post anterior vimos algunos trucos para minimizar los costos de tu boda, entre ellos: utilizar un vestido blanco cualquiera, en lugar de ir a una tienda especializada en vestidos de novia; diseñar tus propios centros de mesa, y así evitar el gasto en la contratación de los arreglos florales, y de paso tener arreglos más originales; compras mini-tortas individuales en lugar de la tradicional torta de matrimonio; y además aprender a maquillarte para ahorrar en tu maquillaje para ese día especial.

En este post, daremos unas cuántas sugerencias más, que pueden darte un alivio en la parte económica, y sin embargo tener la boda de tus sueños e incluso hacerla más original.

No obsesionarte al fijar la fecha del gran acontecimiento. Si, es verdad que puede ser que quieras casarte en una fecha determinada, o en una estación que tenga más relación con el romanticismo, como la primavera. Pero, si buscas una fecha en que no este de “temporada” casarse, obtendrás no sólo con más facilidad los mejores salones y servicios, sino que a un mejor precio.

Ahorrar en las invitaciones. En lugar de las tradicionales, y caras, invitaciones o partes de matrimonio, hazlo de manera más “tecnológica” y moderna. Puedes enviar invitaciones por e-mail, y además dando la opción de que te confirme que asistirán, a la fiesta, por la misma vía. Pero, si piensas que debes tener algo de papel, puedes hacerlas tú misma, de materiales menos caros que los que usan las imprentas.

Dejar el viaje de luna de miel para después. Si decidiste tener una fiesta de bodas, y no tienes tanto presupuesto, pospone el viaje de luna de miel para otro momento. Si te empeñas en tener ambas cosas, sólo lograras estresarte demasiado y puede que las cosas no salgan como lo esperas. Puedes dejar el viaje para cuando ambos tengan más posibilidades; pero, eso no significa que no tengas una luna de miel, puedes disfrutar todo un fin de semana (o el tiempo de licencia que puedan obtener ambos) sin salir de la ciudad (o incluso ni de la casa).

Casarte en otra ciudad. Si te asusta la cantidad de personas que tendrías que invitar, y sólo quieres hacer una reunión entre las personas más allegadas, cásate en otra ciudad. De esta manera sólo invitaras a los familiares y amigos más cercanos; y, aunque tengas que alojarlos a todos en el lugar que elijas, puede que te resulte más barato que invitar a todas las personas que estarías “obligada” a invitar en tu ciudad.

Imagen vía: Galder.net