Remedios naturales para reducir el ácido úrico

 

 

El ácido úrico es un problema de salud frecuente en las personas adultas, y especialmente en aquellas que poseen obesidad o sobrepeso. Este problema también puede derivar en  otros trastornos patológicos como lo puede ser la gota, el colesterol, etc.  Existen muchas maneras de tratar el ácido úrico, desde medicinas tradicionales, hasta tratamientos farmacológicos los cuales pueden durar meses para poder solucionar dicha enfermedad. Los remedios naturales también están presentes  como una  gran ayuda ya que los mismos además de no poseer efectos secundarios también son muy buenos porque suelen dar soluciones prácticas a las enfermedades así como también se puede elaborar con ingredientes que tenemos en nuestro hogar y no es necesario gastar en costosas medicinas.

Una buena alimentación basada en verduras y frutas puede ser uno de los remedios caseros más importantes para combatir este problema de salud, el cual se produce debido a la descomposición de las purinas. Y si el problemas aumenta,  puede terminar el la enfermedad de la gota.  Una alimentación rica en potasio así como también eliminar completamente las bebidas gaseosas o los azucares puede ayudar a prevenir y a curar parcialmente dicho problema.

Uno de los remedios caseros más efectivos para eliminar el problema del ácido úrico es el vinagre de manzana, el mismo lo podemos adquirir en tiendas o supermercados, o también lo podemos tener a nuestro alcance en la cocina.  Este remedio casero es muy simple de hacer, simplemente debemos tomar dos cucharadas de vinagre el cual debe estar mezclado con dos vasos de agua, no es necesario beberlo en ayunas, tan solo lo tenemos que beber dos veces al día, y en pocos días ya solucionaremos nuestro problema de ácido úrico.

Si nos duele alguna zona de nuestro cuerpo que ha sido afectada por este problema de salud uno de los remedios caseros que podemos hacer es el siguiente, mezclamos una variedad de aceites esenciales y lo aplicamos sobre la región con la dolencia. Para ello necesitamos una cucharada de aceite de soja,  y una cucharadita de aceite de romero. Mezclamos ambos tipos de aceite y nos aplicamos esta solución en la zona afectada.

 

Para reducir la inflamación, uno de los remedios caseros que se pueden hacer es colocar compresas las cuales deben estar embebido en bicarbonato de sodio, posteriormente aplicamos sobre la zona o región que tenemos el dolor, y esto ayudará a calmar la inflamación de las articulaciones y también el dolor.